La mayoría de los compositores y arreglistas profesionales de hoy día muy probablemente utilizan programas de notación musical. En efecto, para los estudiantes que cursan estudios superiores en música actualmente, saber utilizar programas de notación musical es tan necesario como saber utilizar un procesador de palabras.

Pero producir partituras y partes instrumentales limpias y bien organizadas puede tomar muchas horas de trabajo, aún con el software más avanzado. Y seamos honestos: no importa cuánto usted revise algo, siempre se le escaparán detalles importantes que redundarán en la pérdida de tiempo valioso de ensayo.

Aquí se aprecia el valor del copista. Un copista profesional puede ayudarlo a pulir su partitura de manera que su arte se pueda presentar de la mejor manera posible. Los músicos aprecian mucho el tener una partitura frente a ellos que no les obligue a perder tiempo descifrando notación innecesariamente complicada, cuyos pases de página no entorpezcan su ejecución y que agrade la vista.